Los pingüinos son aves marinas que, a pesar de tener plumas, no tienen la capacidad de volar. Estos poseen habilidades únicas que les ayudan a sobrevivir y a poder realizar funciones como: regular su propia temperatura, reproducirse, alimentarse, reconocer a su pareja, entre otras. Su vida es un largo proceso y está colmado de diversas actividades que, por instinto natural, llevan un orden cronológico muy estricto en el cual un día podría significar la brecha entre la vida y la muerte.
Hasta hace poco tiempo, los humanos no conocíamos con certeza la forma en que estos animales han logrado la conservación de su especie, fue por dicha razón que el biólogo francés Luc Jacquet decidió emprender el documental llamado “La marcha del pingüino emperador”, con el objetivo de descubrir la magnifica historia que inician estos animales, año con año, para poder aparearse y proteger a su polluelo. Al seguirlos de cerca, se vieron al descubierto acontecimientos llenos de romance, lucha, responsabilidad, entrega y coraje.
Al enfrentar muchas dificultades, estas aves han desarrollado diversas estrategias para auxiliarse
y subsistir. Un dato interesante es que cuando deben de trasladarse a grandes distancias, hay momentos en los que aprovechan la inmensa cantidad de nieve y utilizan su vientre para deslizarse como en un tobogán, de esta forma ahorran energía y descansan sus patas para el resto del viaje. Esta acción la realizan constantemente: se deslizan y caminan, se deslizan y caminan.
Además de los largos trayectos, los pingüinos se ven expuestos a drásticos cambios climáticos, Una estrategia que emplean para resguardarse del frio es un modelo grupal llamado “tortuga”, en el cual se reúnen todos para poder brindarse calor unos con otros, formando una especie de circulo, el cual pareciese ser un enorme caparazón. Todos los inviernos, se enfrentan a violentas ráfagas de viento y nieve que, a pesar de su espeso plumaje, a la cantidad de grasa que posee su cuerpo o a los métodos utilizados hay muchos que pierden la vida por
el frio extremo.
Otra característica muy peculiar es su capacidad para resistir el periodo de ayuno, cuya duración es aproximadamente de tres meses y medio, en los cuales se llevan a cabo caminatas de varios kilómetros, el cortejo, la incubación de huevos y el
nacimiento de crías. En ocasiones, cuando nace el polluelo, los varones utilizan sus únicas reservas de alimento que resguardan en los costados de su poco para nutrirlo mientras la hembra retorna a buscar comida.
Muchas acciones que para nosotros parecen ser un sacrificio, para los pingüinos son labores naturales que seguirán realizando cada ciclo, por el resto de sus vidas. No cabe duda de que esta especie cuenta con características extraordinarias que constituyen
la clave para su supervivencia.