Seis migrantes salvadoreños murieron el mes pasado en su intento de llegar a Estados Unidos. Seis salvadoreños fueron víctimas de políticas migratorias que castigan a los pobres y a los que huyen. Políticas migratorias inhumanas que como país hemos tolerado durante años, pero que no podemos seguir tolerando. La muerte de la bebé Valeria y su padre Óscar, ahogados en el río Grande, fue una clara evidencia de la desesperación de los salvadoreños que navegan contra un aparataje migratorio casi inaccesible. Lastimosamente, esa muerte no es un hecho aislado, pero sí es una oportunidad para empujar cambios positivos en las políticas migratorias nacionales y regionales.
Leer artículo de opinión completo en Revista Factum: https://www.revistafactum.com/trabajar-por-los-que-se-quedan/